Rosa Martín, profesora de Lengua y Literatura de nuestro colegio, nos envía esta curiosa palabra cuya etimología es sorprendente. Rosa, gracias por ilustrarnos y por colaborar con nosotros. ¡Queremos más!
La
palabra azafata
tiene una etimología
curiosa. Las mujeres musulmanas del Al-Ándalus
que pertenecían a las clases adineradas poseían esclavas a su
servicio que denominaban "azafatas", debido a que ellas
eran las que custodiaban y ponían a servicio de su señora una
especie de bandeja
que contenía joyas.
A dicha bandeja se le denominaba "Safats".
Las mujeres al servicio de las reinas de España eran denominadas
azafatas y
camaristas.
En los años
50, cuando se
iniciaba la industria aeronáutica para el transporte de personas, se
estuvo pensando en elegir un nombre adecuado para esta profesión y
finalmente se decidió revitalizar este arabismo:
azafata, que de ‘camarera de la reina’ se retomó en España para
referirse a lo que en otros países llaman ‘aeromoza’. Antes, la
palabra azafata
sólo se usaba para los TCP femeninos, pero a lo largo de los años
los hispanohablantes empezaron a utilizar la forma masculina análoga,
cambiando la -a
del femenino por la -o
del masculino: azafato.
La Real
Academia Española
ha recogido esta innovación gramatical en su versión enmendada del
Diccionario
de la RAE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario