MI
PLANTA DE NARANJA LIMA -JOSÉ
MAURO DE VASCONCELOS-
Hace más de un mes que
esta pequeña reseña tenía que haber salido en el blog de la
biblioteca. Aunque las haya, no pondré ni una simple excusa. Lo
siento, más vale tarde que nunca.
Fue el 12 de abril cuando
por primera vez nos reunimos un grupo de madres junto a algunos
profesores y un par de alumnos para dar el pistoletazo de salida a
otra nueva iniciativa que hará más dinámica nuestra biblioteca y
más rica nuestra reflexión sobre el mundo y la vida. Arrancaba el
libro forum. Un momento de encuentro para compartir las experiencias
y las reflexiones que nos sugiere la lectura de un libro.
Iniciamos el encuentro con
la lectura del libro Mi planta de naranja lima del brasileño
José Mauro de Vasconcelos, escrita en 1968, traducida en más de 30
lenguas. Con al menos tres adaptaciones a la pantalla y una al
teatro.
La verdad que para ser la
primera vez que nos juntamos resultó sumamente agradable e
interesante. No solo por el contenido de la obra sino también por el
ambiente de confianza y las sugerencias de cada uno de los lectores
que nos iban enriqueciendo y abriendo nuevos caminos de reflexión.
Algo de la obra. No es de
extrañar que haya sido libro de lectura obligatoria para los alumnos
brasileños. Es una obra sencilla de leer, de una ternura y a la vez
de un dolor extremo. Describe a la perfección la dureza en la que el
protagonista, un niño llamado Zezé, tiene que vivir en un Brasil
paupérrimo y en una sociedad acostumbrada a la violencia, donde, ya
no solo por ser pobre, sino por ser niño, eres el centro de las
travesuras y de las palizas. Aún así la esperanza es posible. La
educación en la escuela, la confianza que algunos depositan en quien
aparentemente no tiene ningún futuro y sobre todo el amor, harán
posible, otra vez, el milagro. Solo algunos saben ver con otros ojos
y más allá de las apariencias. Parece un libro autobiográfico y si
no lo es al menos parece la biografía de muchos niños anónimos que
a pesar de sus circunstancias históricas consiguen sobreponerse a un
fatídico destino.
Nada más, solo mi
invitación a leerlo, os aseguro que no os va a defraudar. Creo que
hay ejemplares en la biblioteca ¿no Eva? Y muchas gracias a todos
los que hacéis posible estos encuentros que son un descanso en medio
de la labor diaria. Hasta pronto.
Cristóbal Álvarez.
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