CÁLCULO
Tiene su
antiquísimo origen en los "calculi" que, como guijarros, bolitas de
arcilla o terracota, sirvieron como el primer sistema de contabilidad en
Mesopotamia a fines del Paleolítico, hace unos once mil años y
7.000 antes de la aparición de la escritura sumeria. Su uso se
difundió en el Neolítico, cuando sirvió para registrar inventarios
o transacciones de los productos agrícolas y ganaderos.
El
término "cálculo" procede del latín
calculus,
y se refiere a la cuenta, la enumeración o la pesquisa que se lleva
a cabo mediante un ejercicio
matemático.
El concepto también se utiliza como sinónimo de conjetura.
También se refiere a la piedrecita
que se mete en el calzado y que produce molestia. Precisamente tales
piedrecitas ensartadas en tiras constituían el ábaco romano
que, junto con el "suanpan"
chino, constituyen las primeras máquinas de calcular en el sentido
de contar.
El
uso más extendido del término se encuentra en el ámbito de
la lógica o
de la matemática,
donde el cálculo consiste en un algoritmo (un
conjunto de instrucciones preestablecidas) que permite anticipar el
resultado que procederá de ciertos datos que se conocen con
anticipación.
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